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“La globalización está provocando un obsesivo afán de identidad, que va a provocar muchos enfrentamientos. Nuestras cabezas se mundializan, pero nuestros corazones se localizan”
José Marina


La palabra globalización se define como “relaciones mundiales que unen territorios distantes, de tal manera que los sucesos locales están condicionados por acontecimientos que pasan a grandes distancias”. Es entonces, ante este fenómeno, que surge una tarea para él área comunicacional, ya que, existen eventos, sociedades, individuos que necesitan ser integrados en este mundo en cambio.

Existen diferentes exigencias en la comunicación dentro de la globalización entre ellas están: la información, conocimiento, reconocimiento y ocultamiento. Cada una de ellas está relacionada y necesitan distintos procesos para desarrollarse con eficacia.

Para Omar Rincón, investigador y crítico de televisión, los comunicadores son narradores quienes pueden contar buenas historias. Estas historias deben ser aplicadas en una forma positiva, es decir, para el desarrollo de la sociedad que tanto se necesita en nuestro planeta y especialmente en nuestros países latinoamericanos que, hoy en día, han logrado reconocimiento, aunque en muchos de los casos, no es el esperado.

Es entonces en donde interviene el papel del comunicador quien al estar involucrado en la comunicación para el desarrollo tiene como asignación principal formar ciudadanos competentes, para lograrlo debe aplicar distintas estrategias como son: investigación; construcción de saberes, gestión; ejecución y seguimiento de proyectos y, producción; elaboración y realización de productos culturales.

Uno de los ámbitos en los que interviene la globalización es la cultura; en ella se pueden ver transformaciones o mutaciones que se experimentan con el paso del tiempo en esos cambios es en dónde la comunicación para el desarrollo o edu-comunicación puede intervenir, y así, cambiar el imaginario que la sociedad posee para reconstruir identidades que, en la mayoría de ocasiones, se han perdido.

Otro de los campos de la globalización es la política, en él se deben cimentar vínculos para construir ciudadanos que puedan “enfrentar el desgaste colectivo”, Rincón, en la charla dada el pasado viernes 25 de abril, menciona que los medios y nosotros nos reconozcamos como ciudadanos que forman parte de una comunidad, ya que con ello, nos volvemos fundamentales en la construcción de poder.

Debemos aprender a vivir en comunidad, para así, vencer obstáculos que impiden nuestro pleno desarrollo. Como comunicadores, tenemos el deber de construir caminos que lleven a la población a ser participes de las sociedades en las que viven y con las que están conectadas.

Grandes empresas en un pequeño mundo

En El Salvador son diferentes lugares los que están marcados por el sello de "hecho en el pulgarcito" una empresa que se conoce a lo largo del territorio por exportar quesos a los países desarrollados en donde las personas habitantes de territorios en vias de desarrolo han decidido emigrar en búsqueda de un mejor futuro es la compañía Petacones. Esta empresa utiliza un método efectivo para vender sus productos. La fórmula es llegar a los sentimientos de los salvadoreños residentes en otras partes del mundo y asi vender su producto.

Pero ¿Quienes se encargan de vender estos productos? bueno, son los comunicadores o encargados de la publicidad. Para lograr ser exitosos en sus campañas de ventas, los profesionales encargados deben realizar evaluaciones acerca de la poblacion a la que desean vender su producto, es decir el queso, la crema o lacteos en general, al hacer esta evaluacion y descubrir que es lo que más les agrada a los salvadoreños se implementan campañas para convencerlos de que sus productos son los mejores, por ello han escogido el sello de "hecho en El Salvador y asi llegar a los corazones de nuestros compatriotas residentes en otras partes del mundo como son: Estados Unidos, Canada, Europa entre otros. ¿Sorprendente no?